El viejo dilema
Seguramente has oído del clásico dilema, que nos pasea por preguntas como ¿Todo líder es un gerente?, y lo contrario ¿Todo gerente debe ser un líder? La respuesta a la primera pregunta es que no es necesario, ya que conocemos grandes líderes como Gandhi o Jesucristo, quienes no han tenido que cumplir funciones de gerentes; pero tenemos otros líderes como Mandela o Walesa quienes han tenido que desempeñar funciones gerenciales al frente de sus respectivos países.
Pero no estamos aquí para juzgar a uno u otro de estos líderes, lo que podría generar polémica improductiva pasando por nuestras propias creencias o ideologías, lo que me interesa es establecer una premisa básica: Un líder no necesariamente debe ser un gerente, pero todo gerente debe ser un líder. Sin su liderazgo, y el carisma que ese liderazgo generaba, posiblemente les hubiera sido más complicado a Mandela o a Walesa sacar adelante a sus países en momentos de cambio y de crisis.
Es por lo antes dicho que afirmo que…
Entonces el gerente debe ser un líder. Y en los tiempos que vivimos, tan exigentes, tan centrados en el capital humano para el logro de metas y tan marcadamente orientados a escuchar a las personas para obtener de ellos lo mejor, se nos presenta el coaching para darnos herramientas a fin de ejercer un mejor liderazgo con nuestros colaboradores.
Cuando decimos un líder coach estamos hablando de un estilo gerencial que utiliza los principios del coaching para cumplir su rol de gerente, y como consecuencia de líder. A ¿Qué principios me estoy refiriendo? Pues bien voy a ir enumerando algunos de los más importantes:
- Un gerente de estos tiempos debe definir a sus colaboradores cuales son los resultados que se esperan de su gestión, y no definirle un paso a paso de lo que debe hacer. De esta forma el colaborador podrá aportar sus ideas de cómo hacer las cosas. Esto enriquece a la persona, lo hace sentir más valioso e importante, por lo que se motivará más. Evidentemente que el gerente que está delegando se asegurará con puntos de seguimiento y de control que el colaborador va por buen camino. Esto en términos de coaching es reconocer que la persona tiene dentro de si la respuesta a muchas interrogantes, siempre que le demos la oportunidad de descubrirlo.
- Cada día más el ser humano, y por tanto nuestros colaboradores necesitan ser escuchados. Un líder coach debe aprender a escuchar en forma activa, es decir sin interrumpir al otro, sin juicios y si anticipar posibles respuestas o comentarios. Por el contrario si tiene algo que añadir deben ser elogios honestos o preguntas que ayuden al colaborador a internalizar y procesar ideas, inquietudes o posibles confusiones detectadas por su gerente, por su líder coach.
- La mejor manera de motivar a una persona, además de escucharla activamente, es desarrollándola y poniéndole retos que le permitan utilizar al máximo sus talentos. El gerente, al aplicar coaching a su colaborador, irá formulando preguntas inteligentes que le permitirán a éste descubrir nuevas formas de hacer las cosas, generarán un sano deseo de investigar para ponerse retos y en suma le harán sentir como una persona capaz e inteligente.
Y finalmente…
Un líder coach está llamado a hacer los siguientes aportes a las organizaciones de este siglo XXI: 1. Debe estar en armonía con sí mismo para poder crear una atmósfera armoniosa, 2. Tiene que conocer profesional y personalmente a cada uno de sus colaboradores, y 3. Según ese conocimiento que tenga, debe comenzar a dar oportunidades a cada quien en aquello que mejor sabe hacer, así obtendrá los mejores resultados y la persona estará más satisfecha.
Es así como me atrevo a afirmar que todo gerente, hoy en día debería desarrollarse como líder coach, e inclusive recibir el acompañamiento de un Coach para maximizar su potencial. Debe, también, aprender las técnicas y herramientas, y ponerlas en práctica como una parte importante de su gestión gerencial. Con seguridad verá en poco tiempo como sus metas se logran con mayor fluidez y con unos colaboradores más entusiasmados con lo que hacen.