Casos reales de Coaching III

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Continuando con los CASOS DE COACHING, les traigo en esta oportunidad otro interesante caso.

Una vez más, quiero recomendar al lector releer el artículo: “Casos de Coaching I” en el cual encontrará algunas ideas centrales.

Caso 3: Mujer de 32 años. Casada y sin hijos. En este caso el quiebre era una relación de pareja en la que la cliente o coachee se comportaba celosa y absorbente, pero al exigir a su marido no salir con los amigos ella misma se estaba auto limitando de salir con sus amigas porque no encontraba como justificar el hacerlo. Esto la estaba llevando a una relación de pareja centrada en ellos dos, y no les permitía oxigenarse al compartir con otras amistades. Además que ella temía que no iban a poder soportar esta situación.

La coachee se sentía paralizada por sus propias acciones, y esto le estaba creando ansiedad e insatisfacción. No sabía por qué se comportaba de esta forma, aunque entendía que le estaba haciendo daño a la relación de pareja.

Explorando un poco sobre otras de sus relaciones importantes ella mencionó que su padre había traicionado a su madre, y ella no quería tener que vivir una situación como esa, en la cual vio sufrir a su madre. Debido a eso, inconscientemente, “decidió protegerse” colocando límites a su esposo, tan cerrados que no quería que él saliera con sus amigos. Por los momentos el esposo lo había aceptado, pero al hacerle las preguntas: ¿hasta cuándo lo va a tolerar sin cansarse?, y ¿qué va a pasar cuando se canse? Tomó conciencia que debía hacer algo urgentemente.

Fue necesario llevar a la coachee a varias reflexiones que le permitieran ver la vida de sus padres como algo diferente a la de ella y su esposo. Identificando similitudes y diferencias para poder comprender que debía haber formas nuevas de llevar esta relación. Debía comprender el riesgo de seguir como iban, o de darse ambos la oportunidad de tener momentos de compartir juntos, momentos de compartir con otras parejas y momentos de salir con amigos de uno o de otra.

También fue necesario que la coachee viera a su padre como un ser humano con virtudes y defectos, para poder perdonarlo, y así comprender además que cada situación es diferente, y que no estaba bien estar siempre esperando que su esposo iba a traicionarla. Si de veras quería compartir su vida con él debía relajarse un poco y confiar. Le realicé preguntas como ¿qué ganas y qué pierdes con cada forma de proceder?, y también ¿qué los haría felices a ambos?, y finalmente ¿cómo pueden lograrlo y cuando van a comenzar a hacer las cosas de manera diferente?

Luego de esto la coachee acordó hablar con su esposo y comenzar a flexibilizar su relación. Se le recomendó hacer el ejercicio sugerido en el artículo titulado “Comunicación para mejorar las relaciones”, el cual está en esta misma página web. Con este ejercicio podrán mejorar su comunicación, valorarse mutuamente y establecer compromisos para hacer las cosas de forma diferente.

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